En la novena corrida de la Feria de San Isidro con 23.624 espectadores, Corrida de la Prensa y con la presencia del Rey emérito Don Juan Carlos I de Borbón , se lidiaron toros del Puerto de San Lorenzo que resultaron deslucidos , faltos de raza (1 bis) de Buenavista, manejable , el (5 bis) de Torrealta, devuelto , el (5 tris) del Conde de Mayalde noble, bueno .
- Sebastián Castella: ovación tras dos avisos y palmas
- Alejandro Talavante: silencio y oreja
- Javier Jiménez : silencio y herido
Incidencias: Javier Jiménez herido . Este es el parte médico:
“Herida por asta de toro en tercio superior, cara interna de muslo derecho con dos trayectorias, una hacia arriba de 20 cm. Que produce destrozos en músculos aductores y alcanza el pubis, y otra hacia debajo de 15 cm. Que produce destrozos en músculos vasto interno y aductor. Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Pasa al Hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad, Pronóstico grave. Dr. García Padrós”.
Salió el bonito primero que fue protestado de salida y devuelto a los corrales por flojo y salió un sobrero de la ganadería de Buenavista que resultó bravo con clase y que humillaba. Castella se lució tanto con el capote como con la muleta, ligando y dando muletazos largos , brillaron los naturales y bernardinas. El toro se vino a menos y tras estocada trasera y descabello fue ovacionado tras dos avisos.
Con el noble y manejable cuarto , ligó , templó y puso actitud pero al toro le faltó entrega y transmisión. Tras la estocada, recibió palmas.
Alejandro Talavante contó con el noble segundo que se movía con la cara alta, pero el torero estaba apático , le faltó actitud y abrevió . Falló con la espada y silenciaron su labor.
El quinto fue protestado por flojo y fue devuelto a los corrales . Salió uno de Torrealta que también fue devuelto y salió el de Conde de Mayalde que tuvo calidad, bondad , transmisión y el diestro extremeño se entendió perfectamente con él , ligando , templando y esculpiendo una obra de arte con suavidad, lentitud y mucho gusto . Brillaron sus naturales a cámara lenta. Faena profunda y sentida la que ofreció el torero que tras la estocada , cortó una oreja a ley .
Javier Jiménez le tocó en suerte el deslucido tercero que tenía nobleza pero nada de fondo y poca fuerza .No le dio opciones de triunfo. Tras la estocada , silencio.
El sexto otro deslucido que embestía rebrincado con la cara alta, le prendió cuando el torero se esforzaba y le hirió el mulso izquierdo. El sevillano quiso continuar la lidia, pero tuvo que pasar a la enfermería de la Plaza , mientras Castella se hizo cargo de la estocada.