En las postrimerías del año en el que ha cumplido 25 de alternativa, motivo por el cual fue galardonado el pasado jueves con el Premio Especial “Puerta de Los Califas”.
Juan Serrano “Finito de Córdoba” no ha dudado a la hora de expresar su malestar con diversas empresas y entidades, aludiendo a la situación general del toreo y a la vivida particularmente en una temporada que ha quedado lejos de las expectativas iniciales, que pasaban, según los deseos del torero, por realizar una campaña de “unas 15 o 20 corridas conmemorativas, y pocas empresas han sido las que han tenido esa sensibilidad de llamar. Por ejemplo, en Madrid, los anteriores empresarios de Taurodelta me liquidan este año, en mayo, la actuación del año anterior y no me ofrecen más corridas; y así está el toreo”. Ya en su discurso del jueves, tras recibir el galardón antes mencionado, Finito señaló a Antonio Sanz, de la empresa Campo Bravo, indicando que “no tiene palabra”, después de que hiciese público un acuerdo por el cual el torero de El Arrecife iba a actuar a lo largo del año en la mayoría de sus plazas con motivo del cuarto de siglo que cumplía como matador de toros.
Un número de actuaciones que, según indicó el propio Finito, rondaba las doce corridas de toros, que finalmente quedaron en una, la celebrada en Cabra el pasado 7 de septiembre. Estas afirmaciones hicieron que el empresario cordobés emitiera en el pasado viernes una nota de prensa con su versión sobre lo sucedido. No obstante, en una entrevista concedida al periódico digital “La Voz de Córdoba”, Juan Serrano ha insistido en lo manifestado el jueves, expresando que “estuve reunido en noviembre y le planteé que me hacía ilusión ir a los pueblos de la provincia por mis 25 años de alternativa. En principio encajó la idea, es más, fue él quien anunció a la prensa que era “un orgullo y un honor” celebrar este aniversario, incluso celebró una fiesta en su casa con representantes de distintos partidos políticos. Pues este señor sólo me ha dado una corrida de toros, en Cabra. También estaba en el contrato la contratación de la plaza de Montoro y yo no he estado allí. Este es otro señor que le tiene que decir a la afición y a los alcaldes de las plazas que representa la gestión que lleva”, añadiendo que “está claro que aquí llega una empresa y me propone una serie de mentiras y luego no se da la cara”.
Con distinta gestión, aunque también en el punto de mira del diestro, se sitúa la plaza de toros de Pozoblanco, coso en el que, según sus palabras, “se me han cerrado las puertas en mi 25 aniversario de alternativa”, aludiendo a una reunión que mantuvo a principio de año con el edil pozoalbense, Eduardo Lucena, tras la cual, pasado un tiempo, el gerente de la empresa del coso, Antonio Tejero, le informó de que no iba a ser posible su actuación en Pozoblanco. “De nada me vale una hora de conversación, si cuando llegas a tu Ayuntamiento hay alguna persona, según me han transmitido, que por circunstancias no quiere a Finito en Pozoblanco”. “A nadie obligo a contratarme. Todos están en su derecho de contar con los toreros que quieran. Lo que pido es respeto. Antonio Tejero lo ha tenido, me lo ha demostrado, pero a mí me has fallado – refiriéndose a Eduardo Lucena –, porque después de una hora de conversación, en la que no tenía necesidad de expresarte lo que te expresé, podías haber descolgado el teléfono e informarme de lo que había sucedido”.
Otra de las claramente señaladas por Finito a la hora de denunciar su situación este año ha sido la empresa gestora del Coso de Los Califas, Fusión Internacional por la Tauromaquia, cuya cabeza visible en Córdoba ha venido siendo José Cutiño. Ya el jueves, en el citado discurso tras recibir el Premio Especial “Puerta de Los Califas”, aludió el torero al trato recibido, tras romperse el acuerdo inicial de programar en la feria de mayo cordobesa una terna junto a José Tomás y Morante de la Puebla. “La única alternativa que me dejaban era el sábado, con la final de Champions y además haciendo yo de empresa”, señalaba. Yendo más allá, en la entrevista concedida a “La Voz de Córdoba”, el torero indica que “es triste ver la situación taurina de Córdoba, cuando hace 10 o 15 años en el abono se daban hasta 11 espectáculos. Ahora son capaces de tratar a los toreros de la forma que lo han hecho, sin ir más lejos, conmigo, en la celebración de mis 25 años de alternativa. Aquella tarde se suspendió, se propuso que se iba a celebrar esta corrida y la empresa no ha vuelto a descolgar el teléfono. Cuando hablo de la empresa, desgraciadamente, hablamos de la Fusión Internacional de la Tauromaquia, que está compuesta de personas, concretamente de una, que es la que ha negociado y ha tratado conmigo directamente. Ojalá pudiese hablar con el señor Alberto Bailleres, del cual me hablan maravillas, pero no he tenido esa ocasión. Me imagino que este señor está al margen de todo lo que se gestiona en torno a su negocio. Cuando vea realmente cómo se gestiona el toreo en España, deberá decir: ¿qué pasa aquí? Se habla mucho a las espaldas y no hay gente valiente para hablar a la cara”. Respecto a lo sucedido aquella tarde del 28 de mayo en “Los Califas”, cuando se suspendió por lluvia su actuación en solitario, Finito afirma que “la empresa quería que yo hiciese el paseíllo sí o sí. Estuve manteniendo una conversación con el presidente porque querían que hiciese el paseíllo, por lo visto ya habían inspeccionado el piso plaza y decían que estaba en perfecto estado. Esto es relativo, esa decisión la tendría que tomar yo, junto a nueve personas, más los picadores, a partir de ahí empezó a caer el agua. Volvimos al ruedo y ya no era lo mismo, el tiempo iba corriendo, se acercaba el partido de la Champions; es más, no había operarios de la plaza en el ruedo. Sólo me habían arreglado dos tercios de la plaza, yo mataba seis toros, que nunca sabes a donde van a dirigirse. Yo tenía todo el dolor por dentro. Es que hasta hubo aficionados que faltaron el respeto a mi mujer. Ese día el que más destrozado estaba era Juan Serrano, yo”. Igualmente, expresa que “afortunadamente, agua bendita fue la que cayó. Todo esto teniendo en cuenta que había 4.500 personas a las que aprovecho para agradecer el esfuerzo y el gasto que les ocasioné”.
Además, Finito manifiesta en la entrevista algunas irregularidades relacionadas con el festival a beneficio de la AECC. “Estos dos últimos años no se ha convocado a los toreros, pero es que creo que ni a la prensa. Entonces, que no se quejen tanto y que de una vez por todas alguien tire de la manta. Lo que no es normal es que se me cobren unas entradas, que hice una inversión para familiares y amigos y resulta que esas entradas venían a coste cero. Que digan el motivo, porque yo digo algo que he vivido”.
Las conclusiones a las que llega el torero, sobre la situación vivida y sobre las del sistema en general en el toreo son que “el mayor enemigo del toreo es el propio taurino. ¿Por qué Córdoba siendo una de las raíces de esta profesión podemos permitir lo que está sucediendo? En cuanto a los políticos, estoy seguro de que los que están ahora piensan como los que se han ido. No hay una solución que se me ocurra”, añadiendo que “desgraciadamente, los que quieren hacer daño están dentro y las personas que son aficionados al toro no se enteran de cómo está esto montado y en manos de quien estamos”.