Cuando entramos en la recta final del año, la economía del país va de mal en peor. Toda la gestión de la pandemia del coronavirus, está cimentada sobre dulces mentiras, o mentiras dulces. Pero de dulces no tienen nada.
Una vez, el punto de mira, está en la Castilla-La Mancha. Simplemente hay que ver las medidas adoptadas por el Gobierno Regional, leyendo el twit de Francisco Martínez Arroyo, Consejero de agricultura, agua y desarrollo rural de Castilla-La Mancha. Y efectivamente, pueden leer bien. “2.991 ganaderos de ovino recibirán 13,4 M €. Ayudas acopladas de la PAC” Pero el ganadero de bravo de Castilla-La Mancha, parece ser ciudadano o ganadero de segunda, o tercera categoría. O quizá de cuarta o quinta, o de desguace. ¡Lamentable!
Este viernes 27 de noviembre ? 2.991 ganaderos de ovino recibirán ?13,4 M €. Ayudas acopladas de la #PAC. Que llegan ?️4 meses antes que el año pasado. Para paliar la crisis en un sector prioritario afectado desde el primer minuto por la #COVID19 pic.twitter.com/qnLqLpvROe
— Francisco Martínez Arroyo (@fmartinezarroyo) November 23, 2020
Dulces mentiras, o mentiras dulces. Según Pedro Sánchez, al principio de la pandemia, una de sus frases estrella fue, “Nadie se va a quedar atrás en esta crisis sanitaria. Cuidaremos unos de otros a través de lo público. Combatiremos unidos para parar al virus y será así como venceremos” Evidentemente, la hemeroteca puede jugar malas pasadas, o buenas para refrescar la memoria de sus dulces mentiras, o mentiras dulces.
Por lo pronto, los ganaderos de bravo de Castilla-La Mancha, marginados en su totalidad, se están quedando atrás.