Un inconmensurable Luque y un torerísimo Ortega salieron a hombros de la Plaza Real del Puerto de Santa María en la segunda de abono, y lo hicieron tras enfrentarse a un descastado y deslucido encierro de Garcigrande en el que El Juli se marchó de vacío.
Luque volvió a subirse al tren de las ferias en 2019 y parece que tiene claro que no se va a volver a bajar más. Estuvo cumbre, macizo, firme, entregado con dos toros nada fáciles. En el primero se pegó un arrimón antológico y en el segundo se inventó una faena a un buey que poco tenía de bravo. Juan Ortega bordó el toreo con el último. El sevillano tiene cosas que solo tienen los elegidos y corto 2 orejones en su debut en el coso Real.
‘Pianista’ abrió la tarde en el Puerto. Fue un toro con movilidad pero le faltó fondo, ya que cuando se vio podido bajó su transmisión. Apuntó buenas cosas en el capote del Juli el cual le recetó un quite a la verónica con armonía y compás con dos soberbias por el pitón derecho de mano baja y cuerpo en el lance. Con la muleta, el Juli, demostró su poderío y conocimiento. Rompió al toro por bajo, le obligó a embestir tirando del toro y alargándole el recorrido. En redondo llegaron las dos mejores tandas. Acabó entre los pitones pasando al toro por alto por ambos lados. El fallo a espadas le privó del primer trofeo de la tarde. Ovación.
Soberbio estuvo Luque con el Segundo de la tarde. Un animal de Garcigrande con mucha clase y nobleza pero falto de emoción. El de Gerena estuvo cumbre. Con el capote lo recibió por cordobinas y en el quite dejó un ramillete de verónicas marca de la casa, meciendo el percal como sólo saben los elegidos. Con la muleta le armó un gazpacho bueno. Desengañó al toro a base de temple, pulsear los muletazos y firmeza. Lo entendió a la perfección. Dejó dos trincherazo de inicio que fueron dos carteles de toros. En redondo ligó y ligó los pases, codilleando, con naturalidad corriendo la mano. Pronto se puso donde los pies queman, pegándose un arrimón de verdad. Excepcional Luque. Se enrosco el toro a la cintura, se cruzaba al pitón contrario, se lo dejó llegar a los muslos, la pala del pitón en la barriga, nada le importaba. La tanda de ‘luquecinas’ finales terminó de entregarse a los tendidos. La estocada arriba. 2 orejas.
A los corrales volvió ‘Desamparado’ tras estar mermado de fuerzas. En su lugar salió un toro con más trapío de nombre ‘Campanario’. Saborio, sin clase, ni ritmo, ni entrega desde que salió. Juan Ortega estuvo muy profesional, queriendo y buscándole las vueltas. Se la jugó y dejó destellos de muletazos sueltos por ambos pitones llenos de pureza y naturalidad que arrancaron los ‘olés’ del público. La faena no pudo romper pero Ortega estuvo muy por encima. Estocada algo desprendida. Ovación.
‘Taranto’ hizo cuarto. Un toro cuesta arriba y alto que no tenía dentro nada bueno. Mucho genio, soltando la cara y sin entrega que en cuanto se vio podido se rajó. El Juli sabía desde el principio las escasas posibilidades del de Garcigrande y decidió apretarle desde el inicio. Mano baja y poder. Oficio a raudales y un esfuerzo a destacar. Le pudo y se rajó sin permitirle al madrileño lucirse. Estocada entera. Ovación.
Se inventó la faena un inconmensurable Daniel Luque ante un descastado y deslucido toro de Garcigrande. Grandón y feo de hechuras que nunca se entregó ni embistió bien. Luque lo consintió, se metió en su terreno y se jugó el tipo aguantando la brusquedad y topetazos del toro. Sorprendió al público que lo daba todo por perdido. Sonó ‘La Concha Flamenca’ y tras una tanda en redondo muy de verdad y nunca humillado el de Garcigrande puso al público en pie. Lección de querer y poder del de Gerena. Pinchazo y estocada efectiva. Oreja.
El sexto tampoco tenía hechuras de bravo pero si quería siempre cogerla por abajo aunque le costaba salirse de los engaños. Juan Ortega anduvo cumbre. Muy inspirado. Dejó un inicio de faena lleno de gusto, torería y pases que eran carteles de toros. Los trincherazos una joya. Después muy entregado y con mucha despaciosidad y temple lo toreó en redondo con cadencia. Cargó la suerte, lo llevó de alante a atrás y en círculo. Enloquecieron los tendidos. Al natural otra preciosidad. Naturales de uno en uno, largos, profundos, enteros, redondos, puros. El sevillano tiene los que pocos tienen, torería y sentido de la medida. La faena no fue larga y se fue a matarlo en el momento exacto tras otra tanda de toreo caro con pases de pecho y derechazos. La estocada cayó arriba. 2 orejas.
Ficha técnica:
Plaza de toros del Puerto de Santa María (Cádiz). Segunda de Feria. Tres cuartos del aforo permitido.
Toros de Garcigrande. 1º movilidad sin fondo, 2º noble con clase, 3º devuelto a los corrales, 3º bis deslucido, 4º con genio se rajó, 5º descastado y 6º humillador.
El Juli (sangre de toro y oro). Ovación y ovación.
Daniel Luque (caña y azabache). 2 orejas y oreja.
Juan Ortega (burdeos y azabache). Ovación y 2 orejas.
Fotografias: Emilio Mendez.