Si hay cosas que han quedado de manifiesto en la tarde de hoy, es que no siempre las mejores faenas van acompañadas de una Puerta Grande, que las faenas en Madrid, van condicionadas por el viento, y sobre todo, que una tarde como la de hoy, para bien o para mal, debería ir bajo un mismo hierro titular, y no de tres hierros -más el sobrero, cuatro hierros- Y es que hasta el día de hoy, la faena de la feria en la decimocuarta de abono, lleva el nombre de Emilio de Justo, que toreó bajo el paraguas del clasicismo al quinto de la tarde, al cual cuajó con profundidad y templanza por la diestra, pero que malogró su obra con la espada dejando un pinchazo en todo lo alto sin soltar. Y sí, hubo petición pero sin ser mayoritaria. Roca Rey, también tuvo la oreja en la mano con el tercero de la tarde, pero la espada no viajó certera, y Manzanares, sin tener las mejores opciones, quizá tampoco tuvo su tarde.
“Frasquito” de Valdefresno, abrió plaza y permitió un cadencioso saludo a la verónica de José María Manzanares. Tras el encuentro con el caballo, el toro mostró calidad pero las fuerzas al límite. En el quite por chicuelinas de Emilio de Justo, el toro ya confirmó el mal presagio de que duraría poco en el último tercio. Durante el tercio de banderillas, las protestas al palco para la devolución del toro, fueron notorias, y con todos los elementos en contra, Manzanares lo intentó. La mitad del público pitando, y la otra mitad aplaudiendo la actuación del torero, y mientras tanto, el toro casi ni se tenía en pie. Lo más destacado fue una tanda por la diestra al final de la faena. Un toro con mucha clase que quería más que podía. Estocada entera.
“Sabueso” de La Ventana del Puerto hizo cuarto, fue un toro sin celo y suelto en el saludo capotero de Manzanares. En el caballo, el toro se dejó las pocas fuerzas que tenía, cosa que confirmó en el tercio de banderillas. A parte de tener poca clase y no querer humillar. El alicantino quiso y no pudo pues el toro bajó la persiana en los primeros compases de la faena por la diestra. Nada pudo hacer el torero alicantino, excepto presentarle bien la muleta. Pinchazo y estocada tendida.
El segundo de El Puerto de San Lorenzo, con un nombre mítico en esta casa, “Langosto”, fue devuelto a los corrales por caerse dos veces en el tercio de varas, y en consecuencia su estrepitosa falta de fuerza.
En su lugar, salió un sobrero de El Vellosino. “Panderito” salió suelto en el saludo capotero de Emilio de Justo. Manseó tras salir del caballo, cosa que, no impidió que Roca Rey le soplase un quite por chicuelinas muy ajustado, sobre todo por el pitón derecho. En banderillas, este sobrero, ya cantó cuál sería su condición de manso. De Justo, bajo su corte y conocimiento, metió en los primeros compases de la faena al manso en la muleta por la diestra, pero sin lucidez alguna, pues el toro buscaba la huida. Con la zurda, más de lo mismo. Pinchazo y estocada.
“Cigarro” de El Puerto de San Lorenzo, permitió que De Justo se expresase a la verónica. Emilio, quiso darle protagonismo al tercio de varas, poniendo al toro en suerte, y haciendo las cosas bien. Lo malo de esta historia, es que aparecieron los fantasmas de falta de fuerza, en este quinto capítulo. En banderillas, por suerte el toro no blandeó, mostrando sus virtudes por el pitón derecho. Mientras tanto, Morenito de Arles, saludó tras parear, bajo la ovación del respetable. En el inicio de faena, en redondo con la diestra flexionando las piernas, De Justo se metió al público en el bolsillo, para acto seguido realizar el toreo fundamental por el mismo palo. La virtud y punto de inflexión de la faena, es el espacio que dio de respiro al toro entre tanda y tanda, donde el público enardecido, le cantó los derechazos al torero. Con la zurda, firmó carteles de toros ofreciendo el medio pecho. Cerró con la diestra para terminar de calentar los tendidos, y así asegurar un posible trofeo. Pinchazo sin soltar y estocada.
El tercero de la tarde, “Lanero” de La Ventana del Puerto, fue protestado de salida por escasez de trapío. Este apuntó buenas cosas en el saludo capotero y metió los riñones en el caballo. En el tercio de banderillas, acudió con prontitud a los cites con el capote de Antonio Chacón. Y sí, Roca Rey armó el lío en la muleta, desde su inicio por estatuarios, pasando por el torero fundamental, y las postrimerías para abrochar la faena. Con la diestra, supo cogerle el pulso al toro, en tandas largas ligadas con el de pecho, y mientras tanto, el público metido en la faena. El viento, le condicionó y eso hizo que de manera imperfecta en algunos derechazos tuviesen enganchones, pero eso no restó emoción. Las bernardinas de vértigo al filo de lo imposible, terminaron de calentar los tendidos, que ya estaban calientes. Pinchazo y estocada baja.
Cerró plaza, “Campito” de La Ventana del Puerto, embistió de manera insípida en el saludo capotero de Roca Rey. Esa insipidez, no impidió que el toro se viniese arriba en el tercio de varas, y así lo manifestó en banderillas que acudió con prontitud a los cites. El peruano, tuvo que lidiar con el toro y con el viento, presente en el ruedo venteño para empañar la faena de muleta. Y aunque el toro no fue el ideal para la muleta, el peruano lo metió bajo su dominio por ambos pitones, pero sin la brillantez para llegar al tendido. También invadió los terrenos del toro, pero sin éxito. Estocada.
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de toros de Las Ventas de Madrid. Jueves 25 de mayo de 2023. Decimocuarta de la Feria de San Isidro.
Entrada: Lleno de “No hay billetes”
Toros de Valdefresno (1º), El Puerto de San Lorenzo (2º y 5º), La Ventana del Puerto (3º, 4º y 6º) y el Vellosino (2º bis). 1º bravo sin fuerza, 2º devuelto por inválido, 2º Bis manso, 3º rajado, 4º descastado, 5º encastado y 6º deslucido.
- JOSÉ MARÍA MANZANARES. Ovación y Silencio.
- EMILIO DE JUSTO. Silencio y Ovación tras aviso.
- ROCA REY. Palmas y Silencio.