Foto: Real Betis Balompié.
La noche del martes, el futbolista Joaquín Sánchez, del Real Betis, colgaba las botas definitivamente en su casa, en su estadio, en el Benito Villamarín. Fue durante un partido homenaje con leyendas del fútbol, y con una ceremonia que presentó Eva González y que contó con la actuación de Niña Pastori al cante. Hasta ahí todo normal, pero la eclosión sucedió al término de ese partido amistoso, después de un vuelta de honor de Joaquín junto a su mujer, hijas y y resto de futbolistas, una multitud de amigos se lanzó en busca del futbolista bético.
Entre esa multitud, abundaban toreros amigos de Joaquín, que fueron quienes no dudaron en alzarlo a hombros y como si de una tarde triunfal en La Maestranza se tratara, pasearlo por todo el campo a los vítores de ¡torero, torero!. Joaquín no ha dudado nunca en mostrar su afición por los toros, afición que pudo ser profesión de no cruzarse el balón en su niñez.
El primero en alzarlo en volandas fue Juan José Padilla, y entre el grupo que le arropó en esa vuelta al rectángulo, se encontraban, además del jerezano, los toreros Espartaco, El Cid, Pepín Líria, David Galán o banderilleros como El Lipi. No todos bajaron al terreno de juego, en las gradas se encontraban acompañando a Joaquín en ese día tan especial, diestros como Finito de Córdoba, Pablo Aguado o Alfonso Cadaval, entre otros, así como empresarios de la talla de Manuel Martínez Erice.
Joaquín tuvo su despedida como futbolista y el toreo estuvo presente en el acto, como no podía ser de otra forma. En volandas lo llevaron hasta el centro del terreno de juego, y ahí, capote en mano, dejó unos lances que seguro agradaron hasta a su buen amigo Curro Romero. Ahora que las botas de Joaquín ya cuelgan en al taquilla, ¿soñará el de El Puerto de Santa María con cumplir otro de sus sueños? El tiempo dirá si veremos a Joaquín en algún festival taurino, lo que está claro, es que para la afición bética se retira una leyenda, un futbolista que soñó con ser torero.