David Cortés: “Si no me vuelvo a poner delante de un animal, no me lo hubiera perdonado en la vida”

La Tierra del Toro habla con el recortador turolense tras su vuelta a los concursos casi dos años después de la cornada que le hizo perder un ojo

por | Jun 15, 2023

David Cortés: “Si no me vuelvo a poner delante de un animal, no me lo hubiera perdonado en la vida”

 

David Cortés, recortador de Albalate del Arzobispo, sufrió un percance el 15 de agosto de 2021 en el Puerto de Sagunto, que a punto estuvo de costarle la vida. Un novillo le propinó una terrible cornada en el ojo durante la ejecución de un quiebro en la temporada de su regreso a los concursos de recortes tras un parón de diez años. Hace unos días, y 22 meses después de aquella cogida que le hizo perder la visión de un ojo, el turolense volvió a los ruedos para participar en un concurso de recortes en Cariñena.

  • ¿Cómo te encuentras del tremendo percance que sufriste en el Puerto de Sagunto?

La verdad es que me recuperé muy bien y relativamente pronto. Estuve 11 días en la UCI, porque además de la cornada en el ojo y la pierna, se me encharcaban los pulmones. Pero tras esos días ya pasé a planta y desde entonces poco a poco fui recuperándome físicamente. En cuanto a los reflejos y la visión tridimensional, los dos primeros meses me costó mucho, pero a día de hoy diría que estoy en el mismo punto que antes.

  • ¿Qué ocurrió y cómo viviste ese momento?

Yo fui consciente en todo momento del percance. Fue durante la ejecución de un quiebro, con un novillo complicado en esa suerte, que me arrolló y en el suelo me pegó un derrote metiéndome el pitón por la cavidad del ojo subiéndomelo hasta arriba y partiendo el cráneo. En ningún momento perdí el conocimiento y pensé que era un golpe muy fuerte y una cornada en la pierna, pero ya en el hospital me explicaron el alcance de la cornada y me pasaron directamente a quirófano.

Pero sin ninguna duda el peor trago fue para mis familiares y amigos, porque en un primer momento preocupaba el ojo, pero después ya les dicen la realidad; que el pitón incluso ha llegado al cerebro y que la operación era complicada. Estuve 12 horas en quirófano en una intervención con muchos especialistas, que son ángeles. Si no hubiera sido por los médicos que me tocaron ese día, hoy seguramente no estaría como estoy. Por suerte salió todo bien, no tuve infección -que podía haber sido fatal en esa zona- y lo único es que perdí la noción del tiempo al principio, pero no la memoria.

  • Esto te ocurre en tu vuelta a los ruedos tras muchos años retirado.

Por desgracia vivir de recortador es prácticamente imposible. Yo empecé muy joven, estuve cinco temporadas, y en 2011 fue mi último año; y decidí que había que labrarse un futuro laboral -en mi caso quería ser ganadero, como lo era mi abuelo-, y pensar en algo más. Entonces había que hacer un parón o pasar página, y si en algún momento lo sentía, volvería. No me arrepiento, porque me labré ese futuro, y ahora que ya tenía estabilidad, se volvió a despertar eso que siempre tuve dentro.

  • Y esa decisión además fue después de la pandemia, ¿tuvo algo que ver?

Sí. Coincidió que en la época de la pandemia nos juntábamos los amigos para ir a alguna ganadería a echarnos animales y ya prácticamente se convirtió en rutina, porque íbamos todos los días. Y al final esto es como el que deja el tabaco, que si un día vuelve a probar un cigarro, acaba recayendo (Risas). Entonces empecé a hacer cosas, no muchas, pero tocó volver a parar ese 15 de agosto de 2021.

El regreso a los ruedos

  • El pasado 3 de junio -22 meses después del percance- volviste a anunciarte en un concurso en Cariñena con vacas de Victorino Martín. ¿Siempre pensaste en esta vuelta?

En ningún momento pensé en que no iba a volver. Cuando desperté en el hospital sabía lo que me había pasado y pensé que estaba desfigurado. Lo único que dije es que no quería ningún espejo hasta que no terminase todo el proceso de médicos, para poder ser objetivo y pensar con claridad sin dejarme llevar por las emociones. En esos primeros días quise pensar en si me arrepentía de lo que había hecho, y me di cuenta de que no me arrepentía; porque me había pasado haciendo lo que me gustaba. Cuando sales a los toros sabes lo que hay, entonces lo acepté y lo que deseaba era volver a salir.

También es verdad que en el primer momento tienes esa euforia de que te acaba de pasar y solo quieres salir, y cuando eres más consciente, quieres salir pero te das cuenta de que no va a ser al día siguiente. Y ahí lo que más miedo me daba era la mente, porque si no me hubiera dejado la mente, sí que lo hubiera pasado mal.

  • ¿Ha merecido la pena todo el sufrimiento que has pasado, por lo que te aporta el toro en tu vida?

Creo que, tanto dentro como fuera del toro, todo lo que nos pasa en la vida, nos pasa porque nos tiene que pasar. Y si no nos pasaran las cosas malas, luego las buenas no serían tan buenas. Y esas cosas buenas de la vida para mí es tener tiempo para disfrutarlo con las personas que quieres, o tener independencia -en el sentido de valerte por ti mismo-. Esas son las cosas que no nos paramos a valorar y son la mayor riqueza que tenemos. Yo en esos momentos no me acordaba de si tenía tal coche o tal otro, o si tenía en el banco o debía en el banco. Me acordaba de cosas que había vivido con las personas que me importan, y no pensaba en otra cosa.

  • ¿Y ahora qué?

Yo he vuelto a salir porque, siendo como soy, si yo no me vuelvo a poner delante de un animal, no me lo hubiera perdonado en la vida. Y a día de hoy, lo que haga lo voy a hacer porque yo quiera y por y para mí. Y sí, quiero hacer más cosas, pero quiero saborearlas y quiero ir con paso firme. No voy a hacer 30 o 40 concursos al año. Quiero hacer cosas que merezcan la pena y si yo me veo y estoy a la altura. Si veo que en algún momento, o para ir a ciertos sitios no estoy, pues no lo haré. De hecho en alguna situación ya lo he hecho. En noviembre me ofrecieron salir y dije que no, porque no me veía preparado mentalmente. Hay un público que paga por verte y tampoco voy a tirar por tierra lo que he logrado en otros años. Hay que tener un poco de vergüenza torera y ser realista.

  • ¿Cómo te sentiste el otro día en Cariñena?

La verdad es que sí que lo disfruté. Me volví a sentir yo. Volví a sentir esa parte de mí que me hace sentir vivo y que es algo que sólo siento con el toro, y con nada más. Me quedó muy buen sabor de boca, porque vi que me dejó la cabeza y que las sensaciones que sentía cuando estaba allí son las mismas por las que siempre he salido.

  • Muchas gracias por atender la llamada de La Tierra del Toro y ha sido un placer hablar contigo. A partir de ahora, que sea lo que tenga que ser, pero que vaya todo bien, que lo disfrutes y que sea lo mejor para ti.

Muchísimas gracias a vosotros. Nos vemos en los toros.